Para reflexionar...(13-16/01/11) No Importan Los Obstáculos
"Aunque la higuera no florezca, Ni en las vides haya frutos, Aunque falte el producto del olivo, Y los labrados no den mantenimiento, Y las ovejas sean quitadas de la majada, Y no haya vacas en los corrales; Con todo, yo me alegraré en el Señor, Y me gozaré en el Dios de mi salvación" (Habacuc 3:17, 18).
¿Puede un joven fusilero naval, cuerpo mutilado por las modernas armas de guerra, si recobrar emocionalmente de los traumas y transformar una derrota en victoria personal? El Teniente Clebe McClary cuenta su animosa historia de reconstrucción de una vida destruida. Durante el tiempo en el que sirvió en el Vietnam, él perdió un ojo y el brazo izquierdo. Además, fue sometido a 33 cirugías para poder mantener lo que quedó de su cuerpo. Actualmente, Clebe McClary está sirviendo en el ejército del Señor, viajando por el mundo, testificando de su fe personal en Jesucristo. Su vida muestra que él, verdaderamente, encarna el voto que hizo al entrar a la Marina americana: "Cualquier misión a mí atribuida, será realizada de la mejor manera, no importan los obstáculos."
¿Qué ha sido necesario para alejarme de Dios? ¿Las dificultades, las frustraciones, los chascos, los obstáculos qué aparecen a todo instante? ¿Que puede sacar nuestra alegría? ¿La falta de dinero, la pérdida de un cargo ansiado en el trabajo, a no realización de un antiguo sueño? ¿Donde está nuestra fe? ¿En qué se basa nuestra dicha?
Si nosotros abrimos el corazón para el Señor y en él depositamos nuestra confianza, ¿por qué continuamos dependiendo de éxito personal y prosperidad para ser victoriosos y felices? ¡Él es nuestra victoria! ¡Es nuestra dicha! ¡Es la realización de todos los sueños! ¡Es nuestra razón de vivir! Todo lo más vendrá, en la hora que Él quiera y de la manera como Él quiera.
Si las luchas vienen en contra de nosotros, Está a nuestro lado y nada tendremos a temer. Si todo nos parece difícil, Tiene todas las soluciones. Si nos sentimos flacos por las tempestades de la vida, Él nos fortalecerá y transformará los obstáculos en gradas para que alcancemos las bendiciones anheladas.
¡Confíe en el Señor! ¡No desaliente jamás!
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Paulo Barbosa Un ciego en el Internet
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