EN EL CORAZÓN DE MI AMOR
Un hermoso pájaro me muestra la luz
Que aparece claramente en sus ojos
Un pájaro que canta sobre la bola de muérdago
En medio del sol.
*
Los ojos de los animales cantores
Y sus cantos de cólera o de hastío
Me prohiben dejar este lecho
Donde pasaré la vida.
El alba en países sin encanto
Toma las apariencias del olvido
Y si al alba una mujer conmovida se adormece
Al caer de cabeza, su caída la ilumina.
Constelaciones,
Conocéis la forma de su cabeza.
Aquí todo se oscurece:
El paisaje se completa, las mejillas se encienden
Las masas disminuyen y circulan por mi corazón
Unidas al sueño.
¿Y hay quién quiera tomar mi corazón?
*
Jamás soñé con noche tan bella
Las mujeres del jardín tratan de besarme
Sostenes del cielo, los árboles inmóviles
Abrazan fuertemente la sombra que los sostiene.
Una mujer de corazón pálido
Guarda la noche en sus vestidos
El amor ha descubierto la noche
Sobre sus senos impalpables.
¿Cómo poder gozar de todo?
Mejor borrarlo todo.
El hombre de la movilidad total
Del sacrificio total, de la conquista total
Duerme. Duerme, duerme, duerme.
Borra con sus suspiros la noche minúscula, invisible.
No sufre ni frío ni calor.
Su prisionero se ha evadido para dormir
No está muerto, duerme.
Mientras dormía
Todo lo asombraba,
Jugaba ardorosamente,
Miraba,
Oía.
Su última palabra:
“Si volviera a empezar, te encontraría sin buscarte”.
Él duerme, duerme, duerme.
En vano el alba alza la cabeza,
Él duerme.
Paul Éluard