Din Don, el duende
Din Don es un duende tan pequeño, tan pequeño que nunca podremos verlo.
Quizás en alguna ocasión nos tropecemos con él porque va incesantemente de un lado
para otro haciendo de las suyas, unas veces travesuras y otras ayudando a los seres humanos.
Din Don se quedó en la tierra un día que bajó a ayudar a las hadas en sus cometidos.
Al Hada de los Vientos le ayudó a calmar un ciclón que llegaba con ganas de arrasarlo todo.
Ella hizo que se convirtiera en un viento cálido y suave.
Al Hada de las Flores le ayudó a esparcir aromas ya que había llegado la primavera.
Al Hada de la Noche le ayudó a dar brillo a las estrellas,
él las sujetaba mientras el hada les daba brillo con un pincel mágico.
Con el Hada de los Mares fue al atardecer a una pequeña playa
donde unos niños jugaban a volar cometas. El hada rizaba las crestas de las olas y Din Don
blanqueaba la espuma.
Se subió a una de las cometas para descansar un poquito y se quedó dormido.
Cuando despertó las hadas se habían marchado y desde entonces está en la tierra.
Si un día os ocurre algo maravilloso, como de cuento, no dudéis que Din
Don ha tenido algo que ver. Y...
Colorín colorado este cuento se ha acabado.
© 2006, Ana Márquez Vázquez
Sevilla. España
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