"¡Tantos hombres y mujeres huyen hacia el futuro, porque no pueden soportar su presente! Pero no ganan nada con ello, porque un día u otro se verán obligados a rendirse ante la evidencia: ese futuro que imaginaban, al no tener una base sólida, sólo descubren el vacío y la angustia. ¡Que comiencen viviendo bien el día de hoy, donde tienen tantas cosas para probar, para ver, para apreciar y en las que pensar! Pero para vivir el instante presente, deben aprender a detenerse, a hacer una pausa, a no abandonarse más ante la sucesión de acontecimientos y estados interiores que estos acontecimientos crean en ellos. Ciertamente, la vida no es más que un flujo ininterrumpido, pero debemos encontrar el medio de detenernos para poner un poco de orden en nosotros mismos, para armonizarnos con ritmos más armoniosos. Y es por eso que la meditación es tan necesaria. Meditar es aminorar la marcha precipitada del tiempo para introducir en uno mismo un ritmo, una paz, una luz que durante mucho tiempo aún dejarán su huella."