Cuando finalmente pinte los años con tu savia, y oculte los huecos de mis sueños con espejos de luna, voy a iluminar tu nombre en los laberintos de vida, y en las alas blancas del alma indecisa y esquiva.
Cuando aplaze el espacio para colgarme de tus ojos, no sueltes mis manos como pudorosos aves, se cubrirá el cielo de clandestinos nidos, y dormiré en tu geografía de trinos y destinos.
Cuando presione fuerte tu castillo ,clausurado, ahogaré el amor infinito con versos de vivencia, y en un letargo de añoranza y letal reposo, tatuaré en tu armadura un “TE AMO” sacro y sellado.
Es imposible rehusar a un sueño inquietante. Sólo hay que disfrutar de la locura con sinfonía de caricias en una entrega elocuente de la razón.
¡¡¡ Quizás volaremos en otros nuevos cielos !!!
BRISEIS (ANNIE)
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