Hoy está el cielo lleno de preguntas,
y me incorporo con la mente en alto
a buscar lo universal de logos,
a pensar a sólo punta de alma
las respuestas a las dudas del hombre.
Sé que existe una larga distancia
entre todo interrogante y su respuesta,
y he de recorrer en soledad ese camino
sin una indigestión de simulacros
que me den las respuestas fácilmente.
Hubo un maestro
que me enseñó en sus cartas
la trascendental tarea del pensamiento:
"la verdad no está envasada en secas fórmulas".
Desde una intelectual visión me catapulto,
sé que nada sabré si no medito,
cuando más hay en mi mente más discurro
e integro a una unidad espiritual cada pregunta.
Si especulo,
lo que está detrás se va adelante.
Estoy sola,
encarcelada a mi propia libertad
con sólo mío mis descubrimientos
que interiorizo, los integro y me cuestiono.
Tanta luz no encontrada me destroza,
y comprendo que tan sólo puedo
ser mi propia linterna de lo oscuro.
Sólo duda y dialéctica me asisten,
relámpagos de neuronas tantean los atajos,
retorna ola tras ola el mar de incertidumbres,
la exactitud del punto entre verdad y falso,
y yo, al pie de una certeza... me debato...
(sin nombre de autor)