"Para actuar cada día correctamente, es importante vigilar el lugar que se concede al sentimiento y el que se concede al pensamiento. Observaos: en qué casos son los sentimientos, las pasiones y los instintos los que gobiernan, y el pensamiento permanece apartado, se abandona; o bien, si interviene, es para nutrir las pasiones de los medios necesarios para lograr sus fines. Pues bien, a esto se ama vivir en la anarquía. Cuando el pensamiento no cumple su función, es decir cuando no se dedica a dominar los sentimientos y los deseos, es la anarquía. ¿Os habéis preguntado por qué la Inteligencia cósmica ha colocado nuestra cabeza en la cima del cuerpo y nuestro corazón un poco más abajo? Es exactamente como en un barco: arriba está el capitán, y abajo las máquinas. Las máquinas hacen avanzar el barco, pero el capitán decide el rumbo. Nosotros también tenemos un motor, el corazón, que impulsa nuestro barco. Pero ¿adónde irá el corazón si no está orientado por la cabeza, el capitán desde arriba, que observa y da las órdenes para que el navío egue a buen puerto?"