Ábrele tu Corazón
¡Si tú supieras, amigo, lo mucho que Dios te ama! Te lo muestra cada día desde las horas tempranas.
Te levanta, te alimenta, te viste, también te calza; y si te encuentras enfermo, si le pides, El te sana.
Piensas que lo tienes todo, ¡Pues algo especial te falta! aunque ahora no lo entiendas lo comprenderás mañana.
Es de niños entenderlo al sabio le es cosa extraña ¡Pues a tí Dios te ama tanto que como a niño te habla!
¿Quieres, mi amigo, ir al cielo cuando de este mundo partas? Cree solo en JESUCRISTO; El quiere salvar tu alma.
En este día del Señor clamo por tí al Dios del cielo que ponga en tu corazón darte a El con grande anhelo.
Recuerda los beneficios que por amor El te ha dado; de todos, el más hermoso, el más valioso y más alto; aquél que no tiene precio pues con sangre fue pagado.
Es la salvación eterna, es vivir siempre a su lado. Es que te amistes con El, con tu Dios que te ha creado.
Dale importancia al consejo que por amor hoy te damos; ábrele tu corazón a Aquel que al mundo te trajo.
Zaida C. de Ramón
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