FRAGUAS.
Mágico encantamiento hizo el cielo y el mar al ser el infinito, donde lentamente me sumergí.
El paisaje se reflejaba, cual espejismo pleno de colores envolventes, en medio de las fraguas mis alas aparecieron…
Ya era el momento de partir, grabando en el alma y la retina, ese paisaje manso en las fraguas y la quietud de mi ser
MARIA AUXIJIADORA
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