EL COLOR DE TU ALMA
Mientras que yo te beso, su rumor nos da el árbol que mece el sol el oro que el sol le da al huir, fugaz tesoro de un árbol que es el árbol de mi amor.
No es fulgor, no es ardor y no es rubor lo que me da de ti lo que te adoro, con la luz que se va: es el oro, es el oro, es el oro hecho sombra: tu color.
El color de tu alma: pues tus ojos se van haciendo ella, y a medida que el sol cambia sus oros por sus rojos y tú te quedas pálida y fundida,
sale el oro hecho tú de tus dos ojos que son mi paz, mi fe, mi sol: ¡mi vida!
Juan Ramón Jiménez (1881-1958)
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