Cuántas veces nosotros pensamos en desistir, dejar de lado nuestro ideal y sueños.
Cuántas veces salimos en retirada, con el corazón amargado por la injusticia.
Cuántas veces sentimos el peso de la responsabilidad, sin tener con quien compartir.
Cuántas veces sentimos soledad, aún rodeados de personas.
Cuántas veces hablamos, sin que seamos notados.
Cuántas veces luchamos por una causa perdida.
Cuántas veces volvemos hacia casa con la sensación de derrota.
Cuántas veces aquella lágrima insiste en caerse, justamente en la hora que necesitamos parecer fuertes.