El corazón apacible es vida de la carne; Más la envidia es carcoma de los huesos. Proverbios.14.30
Envidia significa en su origen, quemadura, luego el color que se
produce en el rostro por una emoción profunda y, en consecuencia, ardor,
fervor, celo.
Envidia; tristeza o pesar del bien ajeno
Encontré una pequeña historia titulada llamada: Conquistando las
Emociones…En el siglo XIX, hubo un predicador famoso en Inglaterra: su
nombre era F. B. Meyer. Era un hombre muy brillante…Él entonces era un
joven predicador muy exitoso en Edimburgo, Escocia…Estuvo predicando
mucho tiempo y grandes multitudes se acercaron para escucharle….Fue
entonces cuando el gran maestro inglés de la Biblia
Campbell Morgan vino también a la ciudad donde el se encontraba y la
gente empezó a llegar en multitudes para escuchar sus brillantes
exposiciones de las escrituras….Meyer, el joven predicador confesó que
al principio cuando escucho predicar al maestro Campbell Morgan, su
corazón tuvo envidia…..pero Él se dijo a sí mismo, La única manera en la
cual yo puedo conquistar mis emociones es orando por Morgan cada día,
cosa que he determinado hacer con todas mis fuerzas.
El corazón apacible es vida de la carne; Más la envidia es carcoma de
los huesos. Proerbiosv.14.30…Amigo, presta atención, dice que el
corazón que tiene paz se refleja en la salud, en nuestro cuerpo lleno de
vida, pero dice que un corazón lleno de envidia, la misma envidia se
empieza a comer los huesos, has oído cuantas personas están enfermas de
sus huesitos, de dolores, artritis, reumatismo, etc.…..aquí hay
sabiduría y medicina….volvamos a leer el proverbio parafraseándolo…el
corazón que está lleno de la paz de Jesucristo tendrá una buena salud, y
esta salud se evidenciará en todo su cuerpo, más el corazón lleno de
envidia, esta misma envidia le comerá sus huesos, y entonces se
evidenciará una salud muy deteriorada, afectándonos no solo físicamente,
sino económicamente, ya que iremos de médico en médico, de medicina en
medicina, buscando la pastilla mágica, la cual no existe…..solo hay una
solución y es, reconocer y confesar delante de mi Señor Jesucristo que
la envidia mora en mi, y pedirle que me haga libre de su
esclavitud….nunca olvides que El venció en la cruz a todas las
potestades del infierno…la envidia es una obra de la carne según
Gálatas.6:20…. es parte de nuestra vieja naturaleza, por lo tanto no
debemos de permitirle más, que manche nuestra nueva naturaleza… La
envidia es un pecado que no hace mal a nadie más que al que la padece.
Si me expongo a la Palabra de Dios y a la oración, seré lavado,
regenerado y cambiado por el aliento de vida eterna que sale de la boca
de DIOS.
Querido amigo, la próxima vez que te preguntes ¿De dónde vienen las
guerras y los pleitos? Solo asegúrate que no vengan de las pasiones que
combaten dentro de tu propio corazón.
Querido amigo, querida amiga, como siempre dos opciones, envidia y huesos secos, o corazón pacifico lleno de vida……tú decides!
Sembrando y cosechando
Solo para Jesús
Elsa de Moran