Porque seguramente siempre hay un mañana para compensar nuestras omisiones, y siempre tenemos una segunda oportunidad para corregir las cosas. Siempre habrá otro día para decir “te amo”, y ciertamente habrá otra oportunidad de decir nuestro “¿Habrá algo que pueda hacer?”
Pero, solo en caso de que me equivoque y hoy sea todo lo que tengo, quisiera decirte cuánto te quiero y espero nunca olvidar. Mañana no está prometido a nadie, ya sea joven o anciano, y hoy pudiese ser la última vez que tenemos para abrazar a nuestros seres queridos.
Así que si estás esperando mañana, ¿por qué no hacerlo hoy? Porque si mañana nunca llega, de seguro lamentarás el día que no tomaste el tiempo adicional para una sonrisa, un abrazo, o un beso y que estuviste demasiado ocupado para darle a alguien lo que resultó ser su último deseo.
Así que aferrémonos a nuestros seres queridos hoy y susurrémosles al oído cuánto les amamos y que siempre lo haremos. Tomemos tiempo para decir “lo siento”, “perdóname”, “gracias” ó “está bien”. Y si mañana nunca llega, no tendremos remordimientos acerca de hoy.
Romanos 12:10.Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros.