Quédate conmigo
Quédate, Señor, conmigo, porque soy
muy débil y necesito de tus alientos y
de tu fortaleza para no caer tantas veces.
Quédate, Señor, conmigo, porque Tú
eres mi vida y sin Ti con frecuencia
decaigo en el fervor.
Quédate, Señor, conmigo, porque Tú
eres mi luz y sin Ti estoy en tinieblas.
Quédate, Señor, conmigo, porque deseo
amarte mucho y vivir siempre en tu Santa compañía.
Quédate, Señor, conmigo, porque todo mi ser te está consagrado y te pertenezco.
Quédate, Señor, conmigo, y haz de mi
corazón una celda de amor, de la cual nunca te alejes.
Quédate, Señor, conmigo, si quieres que te sea fiel.
Quédate, Señor, conmigo, porque aunque
mi alma es muy pobre, deseo que sea
para Ti un lugar de consuelo, un huerto cerrado, un nido de amor.
Quédate, Señor, conmigo, y haz que tu amor se inflame tanto, que me consuman sus amorosas llamas.
Quédate, Señor, conmigo, pues a Ti sólo
te busco, tu amor, tu intimidad, tu Corazón, tu Espíritu y tu gracia.
Te busco por ti mismo porque te amo;
y no te pido más recompensa que
amarte con solidez, amarte con todo
mi corazón en la tierra para seguir
amándote con perfección en La Eternidad.
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