SONETO PARA UN REPROCHE
Yo no sé si tú esperas todavía el gran amor con que soñaste en vano, que era un pozo en la tarde de verano y era la sed que el pozo calmaría.
Yo sólo sé que estuvo cerca un día, cuando tú lo creíste más lejano; y fue una llama que se heló en tu mano al separar tu mano de la mía.
Así fue: Poca cosa en el olvido, como el viento que llega y ya se ha ido o la rama partida sin dar flor;
pero no es culpa mía si tú hiciste una cosa vulgar, pequeña y triste, de lo que pudo ser un gran amor.
José Ángel Buesa
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