Un anciano estaba en estado crítico. Sintiendo la muerte cerca llamó a su hombre de confianza y le dijo:
- Quiero afiliarme al PSOE y quiero que me consigas un formulario para hacerlo.
El amigo le dijo:
- Te conseguiré el formulario sin problemas, pero ¿para que quieres hacerte ahora socialista? Estás muy enfermo…
- Es asunto mío – Respondió el anciano.
Unos días más tarde, en otra visita que le hizo su hombre de confianza, tuvo un fuerte acceso de tos…
El amigo, todavía intrigado, le volvió a preguntar:
- Solo por curiosidad… ¿Por qué ese interés de convertirte en Socialista, antes de morir?
El anciano le respondió, apenas repuesto de su ataque de tos, y con un hilo de voz:
- Un Socialista menos…