Por mi hiciste el sacrificio de morir, llevar mis cargas y pagar, todas mis culpas y mis ofensas.
Tú sacias todo mi ser, me has llenado con tu amor. Ahora soy tu hijo y te puedo amar.
Tus misericordias se renuevan día a día, por tu perdón.
No hay duda en mi mente, ni en mi corazón que eres Dios de Amor.
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