Ser padre no es fácil.  Aún recuerdo el día que en la clínica me dieron la noticia del nacimiento de mi primer hijo. No lo podía creer. Ya era padre y eso era un orgullo para mi. No pensé por un momento las implicaciones que todo eso traía, mi única alegría era saber que ya era padre.

Los años pasaron y las experiencias me han ido enseñando que la tarea no es fácil.  Aún cuando ya mis hijos son adultos, todavía quiero decirle al Señor que me ayude a ser un mejor padre.  Porque nunca es tarde para aprender.

Hoy reflexionó acerca del papel de ser padre y uno mi voz a la de Diana Loomans quién escribió:
Si pudiera educar de nuevo a mi hijo

pintaría más con los dedos y señalaría menos con el dedo.

Lo corregiría menos y me vincularía más.

Apartaría los ojos del reloj y lo observaría más a él.

Me importaría saber menos e interesarme más.

Pasearía más y volaría más cometas.

Dejaría de jugar serio y jugaría seriamente.

Correría por más campos y observaría más las estrellas.

Abrazaría más y molestaría menos.

Sería firme con menos frecuencia y afirmaría mucho más.

Construiría primero la autoestima y después la casa.

Enseñaría menos sobre el amor al poder y más sobre el poder del amor.

Nunca es tarde para volver a empezar. Por lo menos hoy quiero ser un mejor padre  y no provocar a mis hijos a ira sino más bien instruirlos y disciplinarlos en el amor del Señor.  Ser padre es un regalo de Dios y los hijos también son un regalo del Señor.  En cada uno de ellos hay hermosura celestial.

Tenemos a los hijos tan poco tiempo que no vale la pena desperdiciar tan poco tiempo.  Es una bendición de Dios tenerlos a ellos a nuestro alrededor.  Por eso Hoy quiero ser un mejor padre.

Padre Celestial.  De ti puedo aprender muchas lecciones acerca de la genuina y verdadera paternidad.  Gracias por los hijos que me haz dado y a ti te los devuelvo y hoy quiero ser solo un mayordomo de esas vidas para instruirlos en tu verdad .  Dame hoy la sabiduría  que necesito para ser un mejor padre.  Amén.

Dr. Serafín Contreras Galeano.