DESPERTAR
Dormimos, soñé la Tierra del Sur, soñé el Valle entero, el pastal, la viña crespa, y la gloria de los huertos. ¿Qué soñaste tú mi Niño con cara tan placentera?
Vamos a buscar chañares hasta que los encontremos,
y los guillaves prendidos a unos quioscos del infierno. El que más coge convida a otros dos que no cogieron. Yo no me espino las manos de niebla que me nacieron. Hambre no tengo, ni sed y sin virtud doy o cedo. ¿A qué agradecerme así fruto que tomo y entrego?
Gabriela Mistral
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