La culminación
Mujer: tú eres la culminación de las maravillosas obras de Dios, pues al final de seis días de labor te creó a ti y luego descansó.
Mujer, eres quien más importa, como la decoración de una rica torta. Eres linda, la belleza en persona, alma de reina, musa inspiradora.
Mujer, eres como el moño en el regalo, como el doble compás al final del tango, como el diploma del universitario, como la cima de la montaña que escalo.
Eres como el broche de oro de un discurso. La conclusión y el remate de un poema. Como el final excepcional de una película como la libertad al cumplir la condena.
Contigo Dios coronó toda su obra, no hacía falta nada más en este mundo. Eres la culminación de su magnífico trabajo, que a la humanidad tantas bendiciones trajo.
RUBEN SADA
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