TARDE
DEL TROPICO
Es la tarde gris y
triste.
Viste el mar de
terciopelo
y el cielo profundo
viste
de
duelo.
Del abismo se
levanta
la queja amarga y
sonora.
La honda, cuando el viento
canta,
llora.
Los violines de la
bruma
saludan al sol que
muere.
Salmodia la blanca
espuma:
miserere.
La armonía del cielo
inunda,
la brisa va a
llevar
la canción triste y
profunda
del
mar.
Del clarín del
horizonte
brota sinfonía
rara.
como si la voz del
monte
vibrara.
Cual si fuese lo
invisible....
cual si fuese el rudo
son
que diese al viento un
terrible
león.
RUBEN
DARIO