La costumbre es la más infame de las enfermedades
porque te hace aceptar cualquier desgracia,
cualquier dolor, cualquier suerte.
Por costumbre se vive junto a personas odiosas,
se aprende a llevar cadenas, a padecer injusticias y a sufrir.
Se resigna uno al dolor, a la soledad, a todo.
La costumbre es el más despiadado de los venenos,
porque penetra en nosotros lenta y silenciosamente,
y crece poco a poco, nutriéndose de nuestra inconsciencia.
Cuando descubrimos que la tenemos encima,
cada una de nuestras fibras está adaptada,
y ya no existen medicinas que pueda curarla.
A/D