Como un barco ilusionado.
El corazón es como el barco de aquel hombre, que navegó detrás de una ilusión, y que encontró mil puertos diferentes, donde poder realizarse en su canción.
Y la razón es todo lo contrario, es quien nos ata a la tenue realidad, y nos envuelve en ideas terrenales, que nos provocan un mundo de ansiedad.
Deja tu mente al vuelo simplemente, se fantasía de amor y al despertar, que es el valor supremo y elocuente, el disfrutar la forma de soñar.
Y es tiernamente el regalo permanente, que nos da Dios en el diario convivir, la dulce fuerza que embriaga nuestro tiempo y que nos hace de nuevo sonreír hector omas masi
|