LA QUIERO, POR ESO LA ESPERO
¿Qué valgo en mi estimación si lo tengo todo prohibido en cuanto amor se refiere, si ni tan siquiera verte en esta encarnación?.
Como humano tengo necesidades de compañía que me valore, que me sospese en mi alquimia dando un aprobado o un suspenso a mi valía.
El infortunio se ceba en mí, pues en medio siglo solo atisbo el cariño en la distancia de lo prohibido, leguas de mar en medio miles de kilómetros por el cielo.
Yo siento que puedo amar como los demás hermanos, tengo corazón y un alma faltos de amor terrenal, la nostalgia ya no me sirve mis recuerdos se los llevó el viento, siendo la distancia la que me vuelve a separar.
Pudiera ser que tuviese a bien reparar algún desaguisado en una vida anterior porque difícil se me presenta el amor, siendo el eco absoluto el retorno de mis gritos y reclamos ante un horizonte que parece eterno.
Aunque no ceje en mi empeño y me convierta en vino añejo, la seguiré llamando con mis ojos, con mi garganta, con mis llantos, que aunque prohibido me lo tengan no delegaré mi cometido y más bien, lo seguiré intentando.
Queriéndola como la quiero puedo seguir esperando hasta el infinito, el tiempo es sagrado y no está delimitado, siendo el amor la ecuación máxima del verbo manifestado.
Emuletero
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