Hilvana mi alma la alegría. Compartiendo anhelos de otras gentes. Y la noche me coge más vacia. Atrapada en la fría melancolía. Que acentúa, ese enorme vaivén casi inconsciente.
Pero al ver de nuevo amanecer... Fluye día a día, el enorme caudal. Que arrastra la corriente, de mi forma de amar.
Detestando lo frío e indiferente, que se cruce al pasar.
DE LA RED
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