Es verdad, no es un
cuento; hay un Ángel
Guardián que te toma y te
lleva como el viento y con los niños va
por donde van.
Tiene cabellos
suaves que van en la
venteada, ojos dulces y
graves que te sosiegan con
una mirada y matan miedos
dando claridad. (No es un cuento,
es verdad.)
Él tiene cuerpo,
manos y pies de alas y las seis alas
vuelan o resbalan, las seis te llevan
de su aire batido y lo mismo te
llevan de dormido.
Hace más dulce la
pulpa madura que entre tus
labios golosos estrujas; rompe a la nuez su
taimada envoltura y es quien te libra
de gnomos y brujas.
Es quien te ayuda a
que cortes las rosas, que están sentadas
en trampas de espinas, el que te pasa las
aguas mañosas y el que te sube
las cuestas más pinas.
Y aunque camine
contigo apareado, como la guinda y la
guinda bermeja, cuando su seña te
pone el pecado recoge tu alma y el
cuerpo te deja.
Es verdad, no es un
cuento: hay un Ángel
Guardián que te toma y te
lleva como el viento y con los niños va
por donde van.
a/d
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