Pide perdón y habla, habla mucho, habla con todos, con todos los que quieran oír que tu corazón se iluminó de una vez.
Pide perdón y canta, canta mucho, canta alto, que todos oigan tu felicidad, desde aquí, desde allá, que todos se enteren, que has limpiado tu alma.
Pide perdón y grita, grita fuerte, para que todos sepan que eres sincero, que no guardaste nada y que sigues vivo.
Pide perdón y vive, vive siempre feliz, sin rencores, sin dolores, sin cargas en tu espalda, que todos vean que eres un hombre nuevo, que la gracia está contigo desde que decidiste ser fiel a tu amigo, a ti mismo, y con valentía reconociste tus errores, y no te humillaste, simplemente, le diste a tu vida una nueva oportunidad.