Décimas a la soledad
iOh soledad compañera! tu fidelidad me mata y hasta a veces me arrebata la calma entonces quisiera fueras una forastera, para que nunca regreses, y hacerte pagar con creces el peso de tu presencia pero vuelvo en mi inocencia a beber de lo que ofreces.
Obligándome a vivir a tu gusto y acomodo, poniéndole gris a todo sin preguntar ni decir, te mofas de mi sentir creyéndote poderosa, te acercas y silenciosa comes y duermes conmigo, y tonta te doy abrigo mientras tu ríes dichosa.
Autor
Paloma Erika Sofía
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