Regalo de Dios.
Sentir un poco el amor entre las manos,
y conocer que todo es diferente,
cuando me llega al corazón con entusiasmo,
como regalo que me hace Dios en el presente.
Pensar que el mundo es diferente solamente,
porque en mi ser brotó una llama de ilusión,
en una magia que me hace algo distinto,
en un momento brillante de emoción.
Y hallar tan solo un segundo residente,
en lo mejor que radica en mi razón,
es una gloria que alegra mi existencia,
y le da fuerza y motivo a mi pasión.