Ventana
Rectángulo entreabriéndose al paisaje, prolongación del muro, transparente, escena de cristal, más elocuente que los lienzos con rúbrica y mensaje.
Siempre igual y distinto su lenguaje de colorido ciclico, emergente en blanco, verde, gris, y oro, incidente que dá a cada estación su maquillaje.
Enmarcada en el cuadro, al otro lado del entorno campestre iluminado por el sol abrileño, tú figura.
Miras sin ver, como si la distancia fuera infinita. Ah, la irrelevancia de cuanto no se enlaza a tu cintura.
Los Angeles, 29 de octubre de 2009
Francisco Alvarez Hidalgo.
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