"Queda prohibido llorar sin aprender, levantarse un día sin saber que hacer. Tener miedo a tus recuerdos.
Queda prohibido no sonreír a los problemas, no luchar por lo que quieres, abandonarlo todo por miedo, no convertir en realidad tus sueños.
Queda prohibido no demostrar tu amor, hacer que alguien pague tus deudas y mal humor.
Queda prohibido dejar a tus amigos, no comprender lo que vivieron juntos, llamarlos solo cuando los necesitas.
Queda prohibido no ser tu ante la gente, fingir ante las personas que no te importan, hacerte el gracioso con tal de que te recuerden, olvidar a toda la gente que te quiere.
Queda prohibido no hacer las cosas por ti mismo, no creer en Dios y hacer tu destino, tener miedo a la vida y a sus compromisos, no vivir cada día como si fuera el último suspiro.
Queda prohibido echar a alguien de menos sin alegrarte, olvidar sus ojos, sus risas, todo, porque sus caminos han dejado de abrazarse, olvidar su pasado y pagarlo con su presente.
Queda prohibido no creer tu historia, no tener un momento para la gente que te necesita, no comprender que la vida también te lo quita.
Queda prohibido no buscar la felicidad, no vivir tu vida con una actitud positiva, no pensar en que podemos ser mejores, no sentir que sin ti este mundo no sería igual"
(Pablo Neruda).