En el techo
Me voy a sentar en el techo del mundo para mirar la belleza que no percibo, recoger migajas del sur herido, y llevarme el sentimiento profundo. de ser ave que surca los mares de la tibieza de un corazón helado, redescubriendo que a tu lado fuí como ave en giros impares. Destacaré el azul del cielo que en tu alma se tornó oscuro, se cerró la luz, el silencio puro me dejó un trasluz de tristeza. No se si volar o tener presteza para sentarme vigilando el muro del futuro en la vida horadada por una lanza certera lanzada. Y me sentaré en el techo del mundo mirando desde arriba sus alas, no todas las ruedas son malas, no todos los corazones son nulos,
Ana Maria R. 11-01-11 © Derechos Reservados®
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