Los deseos negativos
El discípulo le dice a su maestro:
- He pasado gran parte del día pensando cosas en las que no debía pensar,
deseando cosas que no debía desear, haciendo planes que no debía hacer.
El maestro invitó al discípulo a dar un paseo por el bosque cercano a su casa.
En el camino señaló una planta y le preguntó al discípulo si sabía qué era.
- Belladona – dijo el discípulo. – Puede ser mortal para quien coma sus hojas.
- Pero no puede matar a quien simplemente las contemple. De la misma forma,
los deseos negativos no pueden causar ningún mal,
si no te dejas seducir por ellos.