En el día del Perdón
En el Día del Perdón (“Yom Kyppur”), el rabino Elimelekh de Lsensk llevó a sus discípulos hasta la oficina de un albañil.
-Fíjense en el comportamiento de este hombre –dijo. –Porque él consigue entenderse bien con Dios.
Sin
darse cuenta de que estaba siendo observado, el albañil terminó sus
quehaceres y se acercó a la ventana. Sacó un pedazo de papel del bolso y
lo levantó hacia el cielo, mientras decía:
-Señor,
en esta hoja escribí la lista de mis pecados. Me equivoqué y no tengo
por qué esconder que Te ofendí varias veces. He aquí la lista de todo lo
que hice mal, Dios mío.
El albañil metió de nuevo la mano en el bolso y sacó otra hoja de papel, que también levantó hacia el cielo.
-Sin
embargo, aquí está la lista de Tus pecados para conmigo, Señor.
Exigiste de mí más de lo necesario, llenaste algunos días de momentos
difíciles y me hiciste sufrir. Si comparamos las dos listas, Tú estás en
deuda conmigo.
“Pero
como hoy es el Día del Perdón, Tú me perdonas y yo Te perdono, y así
continuaremos juntos nuestro camino, libres de culpas.”
"Cuando deseas algo, todo el universo conspira para que realices tu deseo".
"Quien
desea ejercitar el Buen Combate de la vida tiene que mirar al mundo
como si fuese una aventura y su meta como un tesoro que está esperando
para ser descubierto".
"El mundo está en las manos de aquellos que tienen el coraje de soñar y correr el riesgo de vivir sus sueños".
"El amor solo descansa cuando muere. Un amor vivo es un amor en conflicto".
"El amor es contemplar la misma montaña desde ángulos diferentes".
"Los sentimientos deben permanecer siempre libres. No se debe juzgar un amor futuro por el sufrimiento pasado".
"El mejor guerrero es aquel que consigue transformar al enemigo en amigo".
"Un
guerrero de la luz es libre para escoger lo que desea. Sus decisiones
son tomadas con valor, desprendimiento y, a veces, una cierta dosis de
locura".
"La felicidad es una bendición, pero generalmente es también una conquista".
"Las cosas más simples son las más extraordinarias, y solo un sabio consigue verlas".
Autor: Paulo Coelho
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