Dulce cadencia que noche acredita
con luminancia de guía candela,
guarda mi entorno en amor centinela
que por cercada belleza crepita.
Sean mis manos caricia transcrita,
en competencia de miel sobre hojuela
llegue la lumbre del fuego a la vela,
plena enlazada licor con su espita.
Arco de abrazo penumbra rodea
por sempiterna dulzura trenzada,
que multitud de corrientes provea
en plenitud de procaz marejada.
Guía nocturna las sombras franquea
por renacer en luciente alborada.
Luis A.G.