Reflexiones Cristianas
Un esposo fue a visitar a un Sabio consejero y le dijo que ya no quería a su esposa
y que pensaba separarse. El Sabio lo escuchó, lo miró a los ojos y solamente le dijo una palabra: Ámela. Luego se calló. -Pero es que ya no siento nada por ella. -Ámela, repuso el Sabio.
Y ante el desconcierto del señor, después de un oportuno silencio,
-Agregó lo siguiente:
"Amar
es una decisión, no un sentimiento; amar es dedicación y entrega.
Amar
es un verbo y el fruto de esa acción es el amor.
El amor es un ejercicio
de jardinería: arranque lo que hace daño, prepare el terreno,
siembre,
sea paciente, riegue y cuide.
Esté preparado porque habrá plagas,
sequías o excesos de lluvia,
mas no por eso abandone su jardín.
Ame a su pareja, es decir, acéptela, valórela, respétela, darle afecto y ternura,
admírela y compréndala.
Eso es todo "ámela".
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