Ud. ni se imagina los sofás que ha pergeñado la imaginación humana, los extremos a los que ha llegado su ignominia. Apoltrónese en las calamitosas profundidades de esta nota.
Las sorpresas nunca terminan en el mundo del sillón. Cuando cree haber visto la cosa más asquerosa de la Tierra, otra viene a superarla. Parece ser que este rubro reúne a los diseñadores más sádicos y vengativos. Y lo peor es que en algún momento, quizá por una moda o un error estético, alguien los compró.