-- Sin palabras madre mía--
Cuantas veces he querido decirte madre, lo especial que eres en mi vida.
Eres el ángel maravilloso
que me da paz sabiduría, y me guía por la vida, sé que muchas veces las
tormentas han azotado nuestras vidas, y tú con tu serenidad siempre nos
dejas saber que todo estará bien.
Quisiera volver a mi niñez para cobijarme en tus brazos y sentir tu abrazo tierno
mientras tus manos se deslizaban por mis cabellos, la vida es un sufrir
pero tú con tu fuerza y alegría, nos enseñas el paso a seguir; siempre
de frente, ayudando y dando amor,
pidiendo perdón si necesitamos pedir, nos enseñas siempre que las cosas
más pequeñas de la vida son las que siempre tendrán un valor
incalculable.
Me duele muchas veces verte llorar cuando recuerdas a tus hij@s
ausentes, me duele que la distancia las arrancara de tus brazos, mas
sonríes cuando de ell@s una noticia tienes. Madre querida, ¡Cuánto te quiero! ¿Sabes que eres en mi vida uno de los pilares más fuertes, y que sin ti mi vida sería agobiante? Es por ello que al divino padre siempre le ruego que te deje conmigo muchos años para poder mimarte, y cuidarte siempre.
No tengo palabras para poder expresarte mi sentir, lo que te diga o lo que te regale sería poco mamá, para poder compensar el gran amor que tú me has dado.
Eres ángel de amor, eres flor en primavera, eres ternura plena. Es por ello que con estas simples palabras quiero decirte, te quiero mucho madre querida, y pido a Dios que siempre bendiga tu vida.
© 2006, Autor: Verónica Nicté Ramos
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