Todavía me amas…
Cuando quiero, mi memoria le presta sus alas a mi alma y regreso al pueblo cimentado en tu pecho y mi boca infértil, erosionada se humedece con las horas de tus pasados besos
y recorro como el agua tus amados brazos y como una raíz te alimentas de mi ser y como el sol acurrucado en el filo del cielo me miras, me tocas, me vuelves a querer.
El fantasma de tus Te amo asusta en mis oídos, y va por las paredes pintando mariposas, porque cuando me amas la soledad se enamora cuál perdida de la angustia del presente que embarcas en las olas.
Y me llevas al rincón oscuro donde éramos dos sombras trenzadas a cuatro manos, dos astros que se encienden a la vez en el suelo en fortuito espectáculo romántico.
Todavía me amas… Cuando quiero, visito mi historia y en ella te amo y en ella me amas como yo lo hacía. Soy fiel a esa felicidad engañosa y repentina y desleal a la tristeza de hoy que en mi corazón se vierte como vino amargo en el vaso.
Y traiciono al tiempo y camino hacia atrás para recuperarte segundo a segundo, para atraer los suspiros que en el aire me desnudaban y desprender de tu boca las palabras como a un fruto.
Todavía me amas… Y aunque no sea así volverás a amarme cuando te recuerde, cada vez que huya del presente y piense en ti, es mi estrategia olvidar que estás ausente y recluir mi vida en el ayer, sin tropezar con el día en que te perdí.
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