Se solicitan Super Héroes
Arturo Quirós Lépiz

Hace poco tuve que pasar a comer

 a uno de estos lugares de comida rápida

 y mientras me disponía

 a comer una mujer de tal
vez 60 años pasó con su nietecita de unos 5.

 Aquella mujer caminaba con bastón y era notable

que caminaba con dificultad.

 Cual sería mi sorpresa cuando ví que ambas

 se dirigen a los juegos, los cuales estan 1 piso

 y 37 escalones mas arriba.

 Me bastó ver el esfuerzo de aquella mujer

 para subir el primer escalón para darme

 cuenta que iba a necesitar ayuda, y mi
primera sorpresa fué la tenebrosa frialdad

 con que todas las personas ignoraron

 la situación.

 Yo no podía dejar de ver a la
mujer desde que se iba acercando,

 pero los demás, parecían que

 por el contrario mas bien

 volvían su mirada. Entre mi
sorpresa y el sentimiento de ver a la abuelita

 hacer ese esfuerzo por su nieta ofrecí

 mi ayuda varias veces pues la mujer
al parecer no me escuchaba.

Cuando me escuchó y aceptó mi ayuda tuve que

 contener mis lágrimas cuando su rostro,

 sus gestos y sus palabras empezaron a
agradecer por la ayuda.

 La tomé de su brazo, tomé el bastón

 y poco a poco iba subiendo

cada escalón. Ella en medio de sus
dificultades físicas y ademas de una respiratoria

 que no conocía,

 no cesaba de agradecer una y otra vez.

Hicimos 3 pausas en el camino para que la mujer pudiera

respirar y ya llegando al segundo piso

 la niñita abrazada a la
mujer tratando de ayudarla, esfuerzo el cual físicamente

 era insuficientes pero moralmente

 era como una explosión nuclear de amor

 y cariño ayudando a su abuelita a subir.

Al empezar a bajar las gradas

 y por los siguientes 40 minutos

 mis ojos simplemente no podían

 estar limpios, mas que nada
porque tanto agradecimiento de aquella mujer,

 denotaba los escasas que son

 las muestras de apoyo

 y de humanidad en nuestra
sociedad.

De niño soñaba con ser superhéroe,

 especialmente spiderman con sus telarañas,

 saltos y habilidades.

 Deseaba cambiar el
mundo y ser recodado como un héroe.

 Sin temor a equicarme mis amadas y amados,

 todos podemos ser SUPERHEROES en esta
sociedad donde nadie quiere molestarse

ni incomodarse por el prójimo.

 Podemos cambiar la vida de muchas personas si
diariamente deseamos estar dispuestos

 a dar un sí como hizo María,

donde solo decimos "he aquí a tu esclavo Señor, hágase
en mí según tu palabra".

Se solicitan Super Héroes!!!

 Se solicitan personas deseosas de escuchar

 la voz de Dios,

 negarse a sí mismos y darse a los
que los necesitan. No en cosas extraordinarias,

 no en grandes acontecimientos,

 sino en pequeños milagros que pasan cada día
cuando dejamos nuestra área de confort.

Si ves a alguien con necesidad, no pensés

 "alguien va a ayudar", porque si Dios

 te puso en ese lugar es porque necesita de
tus esfuerzos, de tu capacidad

 y tus virtudes para, a través de vos,

 mostrar su amor infinito a esas personas.

Se solicitan Super Héroes...

alguien se atreve?


Su amigo y hermano
Arturo