Para reflexionar...(20-23/05/11) Solamente Jabón No Basta
"Y el uno al otro daba voces, diciendo: Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos;[Apocalipsis 4. 8] toda la tierra está llena de su gloria. Y los quiciales de las puertas se estremecieron con la voz del que clamaba, y la casa se llenó de humo.[Apocalipsis 15. 8] Entonces dije: ¡Ay de mí! que soy muerto; porque siendo hombre inmundo de labios, y habitando en medio de pueblo que tiene labios inmundos" (Isaías 6:3-5).
Laura, una pequeña niña, tuvo una clase especial sobre plantas y flores. Entre todos los especimenes estudiados, qué más le llamó la atención fue un lirio blanco, muy bonito. No apenas Laura, pero todos los niños, se pusieron encantados con la belleza de aquella flor. Realmente, era maravillosa. Luego que la clase acabó, Laura salió corriendo para casa. Allá, la niña agarró todo el jabón que consiguió encontrar y se lavó el mejor que pudo para mostrarse bien limpia. El lirio despertó su deseo por pureza. Según y como, nuestro Dios Todo Poderoso despierta en el corazón de Sus hijos, el deseo de ser puro y santo como Él.
¿Hemos nosotros, cristianos, estado preocupados en glorificar nuestro Dios con nuestras vidas? ¿Hemos buscado vivir conforme su Palabra, esforzándonos para agradarlo y ser una bendición en el ambiente en que vivimos?
Cuando dejamos las pasiones mundanas y no damos atención a los placeres falsos y engañosos de ese mundo, no apenas nos libramos de la mancha y basura del pecado pero, también, conservamos nuestras vestís espirituales inmaculadas, blancas como la nieve y como aquel lirio mostrado en la clase que la niña Laura asistió.
El salmista dice que en el monte del Señor estarán los limpios de manos y puros de corazón. Y esta pureza no es adquirida con una gran cantidad de jabón, pero, con una vida de obediencia, sometimiento, amor y dedicación.
Dejemos la Palabra de Dios limpiarnos y purificarnos, enseñarnos el camino de las bendiciones y de la verdadera felicidad.
Paulo Barbosa Un ciego en el Internet
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