Pensando en ti.
Nada ni nadie puede privarme del placer
infinito de repetir cada noche tu nombre de
suspirar por ti en cada amanecer... del
privilegio inmenso de sentir lo que siento
aunque a veces, logro hacerme creer que ya no
estás ni en mi pensamiento ni en mi corazón...
y entonces, me asusto.
Luego, de pronto, me descubro otra vez,
pensando en ti... respirándote... y... me asusto
una vez más y así, paso los días y las noches,
entre pretender absurdamente que ya no pienso
en ti, asustarme por creer que ya no estás y
asustarme después porque finalmente aquí
estás, en lo más profundo de mi ser, sin que
importe que no quieras darte cuenta... llenando
mis horas, invadiendo mi alma siendo ya, parte
de mí, por toda la eternidad... Mi amor.
Anónimo.