Sólo deseo tener tiempo, para ver de vez en cuando una puesta de sol y sentir cada poco, la calidez de las palabras de un amigo.
Sólo deseo tener un tierno abrazo antes de cerrar mis ojos y dormir.
Sólo deseo mostrarme tal cual soy, sin rodeos y sin vueltas.
Sólo quiero un mundo de paz, para entregárselo a mis seres queridos y a veces poder parar sin sentir tanta responsabilidad.
Sólo desearía que todo fuera más simple.
Ahí está la felicidad, en lo pequeño que podemos hacer todos los días, en lo sencillo y cotidiano que puede hacer que seamos enormemente felices.
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