Yo pienso en ti...
Yo pienso en ti; tú vives en mí mente:
sola, fija, sin tregua, a toda hora;
aunque tal vez el rostro indiferente
no deje reflejar sobre mí frente
la llama que en silencio me devora.
En mí lóbrega y yerta fantasía
brilla tu imagen apacible y pura,
como el rayo de luz que el sol envía
al través de una bóveda sombría
al roto mármol de una sepultura.
Callado, inerte, en estupor profundo,
mi corazón se embarga y se enajena;
y allá en su centro vibra moribundo,
cuando entre el vano estrépito del mundo
la melodía de tu nombre suena.
Sin lucha, sin afán y sin lamento,
sin agitarme en ciego frenesí,
sin proferir un solo, un leve acento,
las largas horas de la noche cuento,
¡y pienso en ti!
Marcos Mostacero V.
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