Una mujer escribe este poema donde puede a cualquier hora de un día que no importa en el siglo de la avitaminosis y la cosmonáutica tristeza deseo no sabe qué esperando la bayoneta o el obús una mujer escribe este poema sin atributos a desvergüenza y dentellada fogosa inalterable arrepentida pudriéndose caemos por turno frente a las estrellas todos tenemos que morir no hay nada más ilustre que la sangre una mujer escribe este poema qué estúpida la línea que divide sol de sombra el crepúsculo pasa acumulándose al final de las azoteas supimos de pronto de una trombosis coronaria existes soledad sonó una bomba vean si se han roto los lentes de contacto una mujer escribe este poema separa quince pesos para el alquiler mi amigo viejo se desprende del mediodía por la próstata bailamos sigue la preparación combativa no pasarán una mujer escribe este poema como quien ha perdido el tiempo para siempre creo en el corazón de Denise Darval hemos ganado porque morimos muchas veces parece que tengo un derrame de sinovia no hay tiempo para la poesía de veras que los frijoles se han demorado en hervir te juro que mañana presentaré el divorcio una mujer escribe este poema cómo hay fantasmas a las siete en mi pecho entablillé una rama a la areca que está triste mamá tú no sabes la falta que me haces si suena la alarma aérea recojan a los niños que duermen en la cuna voy a guardar este retrato del Ché como calló el canario traje un tenor a casa una mujer escribe este poema cargada de ultimátum de pólvora de rimmel verde contemporánea lela entre el uranio y el cobalto trébol de la esperanza convaleciente de amor tramposa hasta el éxtasis tonta como balada neurótica metiendo sueños en una alcancía ninfa del trauma novia de los cuchillos jugando a no perder la luz en el último tute una mujer escribe este poema.