QUIETUD.

Luna encendida sobre cielos rutilantes,
plateando idílica playa de arenas morenas,
bosqueja en penumbras siluetas amantes,
intimando caricias en noches serenas.

Es todo quietud, emoción y silencios,
suspiros volando entre brisas marinas,
labios que ofrendan castos sentimientos,
entre confidencias de olas cantarinas.

Fulgura en alturas el conmovido lucero,
al influjo sensual de cuerpos ansiosos,
rumores de mar, insistentes te quiero,
redimen deseos sin lascivos prejuicios.

Doblega la noche su negro crespón,
ante la estrella que perfora su manto.
Mientras dos palpitares en un corazón,
rinden pleitesía a su apetecido encanto.

Y en esa inquietud de inagotable deseo,
de pieles desnudas cimbreando tersuras,
el placentero clímax en su regio apogeo,
arranca del alma sublimizadas ternuras.