Rosada quietud
A veces una flor puede ser ¡ tan hospitalaria !
Hoy me albergó en su alma una flor diminuta, oriunda del cálido Abril.
Desmayaba sobre hojas amarillas que resbalan por el mosaico azul celeste entre la paz del agua y el jardín.
Quietud con formas rosadas. Flor vespertina que ha brotado para mis ojos.
Bajo la sombra del ficus renacido, descansan sus pétalos,
Y en su blanca corola gira y gira mi recuerdo.
Ingrid Zetterberg Todos los derechos reservados
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