La ronda ¿Quién te llamará? Nadie, nadie. En mí ha soplado el silencio un desvalido amanecer.
Quiero callar en secreto con voz de nunca que tú no oigas.
Porque inutilmente como ronda de niñas huérfanas, te buscaron las gaviotas de mi playa.
Y estaba anclada tu puerta, y en calma.
¡Adversidad! ¿Quién conoce mis aguas antes de ti? ¿Después de ti quién las haya?
Fragata silente que pasaste a la deriva sobre mi soledad, ya no existe la mar.
Ingrid Zetterberg Todos los derechos reservados
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