HAY UN PASADO ATRÁS
Lo sé. También me pesa. También me enfrenta a oscuros pasadizos, a laberintos frios y desiertos.
Fuimos ayer en ayer, diseminada historia de este encuentro que no estaba en carpeta; individuos sin sol, peatones del silencio en una calle de palabras viejas.
Fuimos la mueca de un igual hastío, sonrisas lastimadas y sensaciones huecas. Fuimos la vida porque la vida quiso, nada más que por eso, simplemente por eso y por la espera.
Porque en algun lugar de la esperanza confiabamos en que al fin se iba a dar vuelta esta suerte de andar en soledades tan ingratas, tan tristes y tan viejas; de guardar el amor con cuatro llaves para aquel día en que nos dieran ganas de darle al leño situación de hoguera.
Ya no importa que hablemos en voz baja, ya no importa la pena de haber vivido censurando sueños, lo que ayer quedó atrás fue la condena de un delito tan viejo como el hombre: el darnos sin querer la recompensa.
(La cuenta del amor no se equivoca solamente con dos se hace la cuenta.) El pasado vendra, nunca lo dudes, el pasado se queda en la conciencia, habrá de aparecer a cada rato, es un tigue que acecha.
Ante él sólo queda renovar los recuerdos, en nuestra alternativa de defensa, crear pasados nuevos con sonrisas para que oculten lo que fue tristeza.
Es ésta la verdad, si tú lo quieres te diré con amor:-"Mi mano es ésta, condúceme al lugar de ser felices, no pregunto ni el tiempo, ni la senda, que si es por caminar a tu costado me basta con seguir cualquier estrella.
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