COPLAS LEJANAS
Cae la lluvia sobre mi piel aterida y es un frío ácido que al calor, excita. Un choque de dos Mundos y un alma común, que los habita...
Cae la lluvia; hendiendo su aliento gris sobre la tierra. Atrapa y desnuda! esa neblinosa oquedad que me habla de su altura. ¡Oh, Diosa! efigie arcaica,
que consumió en su llanto eternal, hasta la última gota de su amargura. ¡Dádme a beber de tus aguas! brotadas insípidas. Permítidme a mi también, liberar la congoja que desmadra; bañarme en tu sonrisa nostálgica y rociar mis cabellos...
con la noche turbia de tus záfiros; déjame sentir y descubrir, que puede uno fragmentarse en mil semirectas paganas y ser a la vez, punto de encuentro, entre el suelo -Soberbia de sed magullada-
y lo heraldo de la piel entre sus llagas; déjame creer, además, en tus ganas... de querer cantarle a mis oídos ¡coplas lejanas!
AUTORA:
FILOMENA MARTURANO Drechos reservados
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